Ken se percata de que Li estaba llorando a lo que termina entrando en la tienda y toma asiento frente a él.
—¿Por qué estas llorando? —dice Ken.
Li no contesta y sigue llorando a lo que Ken, suspira un poco.
—Vamos Li —dice Ken—, no llores por una mujer, se que a veces duele el rechazo —se acerca un poco y baja su tono de voz—, aparte esa chica es hermosa; pero utilízalo para levantarte y demostrar tu valía.
Li continuaba llorando aún que se tranquilizaba un poco al no entender ni de qué diablos estaba hablando Ken.
—Te voy a contar algo —dice Ken—, yo tenía una novia en la ciudad, era muy hermosa, pensaba casarme con ella, la conocí antes de volverme militar. Hablé con ella y no tenía problema si me volvía un soldado y claro que no lo tuvo, me terminó engañando, me dolió lo admito; pero ella se lo pierde, gracias a eso me enfoque en mejorar mi físico y hasta mi puntería, por que crees que soy el mejor francotirador de este grupo, también soy uno de los mejores físicos —se levanta un poco la camisa dejando a ver su abdomen cuadrado—. Ella se lo pierde.
—De qué diablos hablas —expresa Li un poco confundido, algunas lágrimas aún rodaban por su rostro.
—De mi ex novia y como su rechazo me ayudó a mejorar, es lo que deberías hacer tú, tómalo como aliento, las mujeres a veces pueden ser frías.
—Pero si no me declare a nadie —agrega Li.
—A —expresa Ken un poco sorprendido, deja de levantar su camisa—. Bueno entonces olvídalo, pensé que esa chica que te acompaña te había rechazado y por eso estabas así.
—No.
—Bueno... Como escuché un grito, pensé que te habías frustrado.
Li termina tragando un poco de saliva.
—Perdón —menciona Ken—, como yo también grite cuando me dejó mi novia y hasta lloré pensé que sería algo similar.
—No —dice Li, logrando controlar su llanto—, es más, ni siquiera he tenido novia.
—A bueno, entonces, ¿Por qué estabas llorando?.
—Bueno... —dice Li quedándose un momento callado. «Vale la pena hablar realmente».
—Vamos Li —dice Ken—, a veces es necesario desahogarse, yo tuve a mis compañeros cuando me dejó mi novia y hasta el comandante Dave.
—¿Alguna vez has tenido a alguien que considerabas familia o un amigo que lo era todo? —pregunta Li.
Ken se queda callado un momento al notar la expresión de Li el cual casi comienza a llorar nuevamente.
—Si, mi novia fue casi mi familia —expresa Ken serio—, también tengo amigos, algunos por fuera o otros en el mismo escuadrón, como Dave. ¿Qué fue lo que pasó?.
—Digamos que perdí a un amigo, lo consideraba parte de mi familia o quizás solo era mi percepción.
—¿Por qué se fue?.
—Tenía un sueño —dice Li—, creyó que quedarse conmigo era hundirse; pero me pregunto, qué hice mal, tenía todas las libertad para entrenar si quería.
—Estás en un error —dice Ken—. Si ser tu amigo significa no irse entonces déjame decirte que no comprendes la amistad.
Estas palabras terminan dejando a Li petrificado.
—La amistad no se basa de estar juntos, se trata de un sentimiento genuino por la otra persona, si puedes pasar un buen rato; pero también se apoyan, y si para él es mejor irse está bien, no tiene que estar atado contigo solo por ser amigos, eso sí la puede cargar y le puedes decir en que está mal; pero al final es su decisión, si decide hacer algo o no, a pesar de intentar ayudarlo la decisión quedará en el, tú hiciste lo que pudiste.
—Pero... Entonces todo el tiempo que pasaste junto a él no significa nada —menciona Li derramando una lágrima.
—Eso dependerá de él.
—Entonces para que me esfuerzo —dice Li, aprieta sus puños—, al final no importa que lo des todo, es algo estúpido, la amistad, una familia depende de las otras personas.
—Así es —dice Ken—, puede ser triste; pero es verdad. Eso sí te diré, si quieres tener una familia o un amigo debes estar consciente que puede haber dolor, no todo es color de rosas, tanto en el proceso como en la amistad.
Li termina tapándose los ojos con una de sus manos.
—Pero tengo miedo —dice Li dejando caer más lágrimas—, si al final todos solo están por un motivo y no por ti.
—Es algo que debes averiguar. Eso sí, no todas las personas son así.
—¿Y qué hago?, ya ni siquiera sé quienes realmente son mis amigos o familia, no se si puedo confiar o no.
—Es cuestión de confianza —dice Ken—, tú decides si confiar o no, no hay de otra. Te recomiendo que hables con tu círculo familiar o de amigos, expresa cómo te sientes, es posible que te ayuden.
—¿Y si todo lo hacen para continuar esta farsa? —dice Li.
—Entonces te darás cuenta tarde o temprano, se un poco observador y llegarás a una respuesta. Hay acciones que te dicen más que mil palabras, solo date cuenta de estas.
Ken se pone de pie y se estira un poco.
—Bueno tengo que hacer mi calentamiento nocturno antes de dormir —dice Ken—, ¿Estarás bien solo?.
—Supongo que si —dice Li, observa a Ken.
—Encuentra tu valor, todos necesitamos de él para continuar.
—No siquiera tengo uno.
—Entonces créalo —dice Ken—, escoge en que quieres ser bueno y aférrate a eso, te ayudará a avanzar y no depender demasiado de los demás. Y no te rindas, quieres una familia, entonces lucha por ella, a veces es difícil y hay problemas; pero esos problemas son los que los une.
Ken termina saliendo de la casa de campaña y se despide con un saludo militar de Li.
—Nos vemos Li, si quieres hablar de esto o cualquier cosa esta bien, puedo escucharte y darte mi opinión.
—Claro, gracias.
—No es nada —dice Ken cerrando la casa de campaña.
Li se acurruca en el saco de dormir. «Luchar por una familia, hablar con las chicas», piensa cerrando sus ojos. «No se si estoy listo para eso», sin darse cuenta Li termina por quedarse dormido.
Una alarma suena la cual termina despertando a Li. «¿Qué hora es?», piensa, al mirar a su lado derecho ve a Kazumi leyendo un libro.
—Buenos días Li —dice Kazumi.
—Buenos días Kazumi —agrega Li—, ¿Qué diablos fue eso?.
—Es la alarma para levantarse, suena todos los días a las 5:00 de la mañana.
—¿Por qué tan temprano? —menciona Li disgustado.
—Es su rutina.
En ese momento alguien abre la entrada de la tienda, dejando ver a Ken bastante motivado.
—Vamos Li —dice Ken—, es hora de levantarte, vamos a correr un poco.
—Es muy temprano —dice Li con desgano.
—Vamos, te servirá para despejar tu mente un poco, aparte te dije, encuentra tu valor así que comencemos.
Li solo mira a Ken un momento y suspira.
—Está bien —dice Li—; pero dame un momento en lo que me cambio.
—Perfecto —mira a Kazumi—, y usted señorita, ¿le gustaría ir a correr?.
—No gracias —agrega Kazumi sin despegar la mirada del libro—, estoy leyendo el manual de supervivencia.
—Entiendo.
Kazumi sale de la tienda junto a Ken, cuando Li termina de cambiarse este sale, en cuanto sale comienza a temblar.
—¿Por qué está haciendo mucho frío? —dice Li.
—Es muy temprano —menciona Ken—, aunque realmente estos últimos días las temperaturas bajaron más de lo normal. Te puedo prestar un suéter.
—No te preocupes —dice Li, seguía temblando—, ya me calentaré mientras corremos.
—Bien —dice Ken—, bueno te mostraré la ruta que seguimos todos los días, sígueme.
Ambos se marchan, pronto llegan a un pequeño camino por el bosque el cual tiene algunos pequeños troncos a los lados conectados con un alambre.
—Toda la ruta es así —dice Ken—, así que no hay riesgo de perderte.
—Entiendo.
—Comenzamos.
Li asiente con la cabeza, ambos comienzan a trotar, Li seguía temblando, ni con cinco minutos de trote su cuerpo se acostumbraba.
—¿Estás seguro qué no quieres un suéter? —dice Ken.
—Así estoy bien.
En ese momento ven pasar a Elisa por su lado, los ve un momento y sigue corriendo, dejándolos atrás rápidamente.
—Vaya es bastante rápida —expresa Li sorprendido.
—Que te puedo decir —menciona Ken—, es una chica muy atlética, desde que se unió rompió récord que tenemos uno detrás de otro, excepto los de puntería, eso aún los tiene tu servidor.
—Entonces es una de los mejores soldados.
—Te equivocas —dice Ken—, entró hace más de un mes y rápidamente se convirtió en la mejor soldado, y no hablo solo de esta división, habló en general.